Decathlon quiere congelar salarios tres años y no pagar los domingos

La cadena de tiendas deportivas también plantea a los sindicatos elevar la jornada en 25 horas anuales, y pagar solo el 100% del sueldo en las dos primeras bajas y solo la mitad a partir de la tercera.

La cadena de tiendas de material deportivo Decathlon planea congelar los salarios de sus más de 12.000 empleados durante los próximos tres años, eliminar el pago de domingos y elevar la jornada en 25 horas anuales, sin retribuir el tiempo de descanso, informaron a Europa Press en fuentes conocedoras de la propuesta. La firma, que celebró el pasado año su vigésimo aniversario en España con cerca de 100 tiendas, ha justificado dichos planteamientos como una forma de poder contener el gasto "ante la posibilidad de una bajada de ventas en el futuro más inmediato". Otras propuestas esgrimidas por la dirección de la compañía para el nuevo convenio colectivo pasan por la creación de un grupo de inicio para las nuevas contrataciones, que tendrán como salario el fijado en las tablas para 2011 y el aumento al 60% de las horas complementarias que se puedan realizar, eliminando del texto la consolidación de horas. Igualmente, la compañía plantea garantizar el abono del 100% del salario sólo para las dos primeras bajas del año, mientras que a partir de la tercera únicamente se pagará el 50%. CC.OO. y UGT han rechazado dichas propuestas al considerarlas "desproporcionadas" en una empresa con beneficios y han solicitado a la empresa datos concretos que "realmente" justifiquen esta "fotocopia" del convenio de los grandes almacenes. "CC.OO. es consciente del difícil momento que se está viviendo, pero ello no justifica en modo alguno las pretensiones de la empresa, que pese a la situación de crisis sigue obteniendo beneficios", ha afirmado. En el mismo sentido se ha pronunciado UGT, que ha subrayado que su premisa fundamental es el mantenimiento del empleo y llevar a cabo una negociación colectiva "ajustada" al momento económico coyuntural por el que atraviesa el país, pero no "un cheque en blanco" que permita a las empresas "no renunciar a los márgenes de beneficios de tiempos pasados, abogando por un reducción en los derechos laborales".

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