miércoles, 16 de enero de 2013

52 minutos a vida o muerte

El cierre de las urgencias nocturnas de 21 pueblos de Castilla-La Mancha, que se ha hecho efectivo este lunes por el Gobierno autonómico que preside la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, afectará especialmente a las localidades más pequeñas que son, también, en las que viven los vecinos de mayor edad. En algunas de ellas, la supresión de esos Puntos de Atención Continuada (PAC) supondrá a sus habitantes que se incremente y en algunos casos se doble el tiempo que tardarán en llegar a los centros sanitarios más cercanos ante cualquier emergencia que les surja entre las ocho de la tarde y las ocho de la mañana.

Desde el PSOE de Guadalajara pusieron ayer como ejemplo diferentes casos. El más flagrante, el que afecta a los vecinos del municipio de Majaelrayo que desde el lunes -día en el que entró en vigor la orden de la Junta de Castilla-La Mancha-, deben desplazarse hasta Cogolludo, también en Guadalajara. La distancia que separa ambos pueblos es de 37,5 kilómetros y el recorrido más rápido entre los dos en coche no se puede hacer en menos de 52 minutos. Antes, los majaelrayeros que tuvieran una urgencia nocturna podían acudir al PAC de Tamajón, a 18,7 kilómetros y 27 minutos de distancia en su propio vehículo.

Similar es la situación de los habitantes de Navas de Jadraque, que desde el lunes tienen su centro de urgencias nocturnas más cercano en Atienza, a 38,4 kilómetros y 44 minutos en coche, mientras antes podían desplazarse hasta el centro sanitario de Hiendelaencina, a 17,9 kilómetros y 21 minutos por carretera. Lo mismo les ocurre a los vecinos de Piqueras, para quienes el centro más cercano que les corresponde está ahora en Molina de Aragón -a 42,1 kilómetros y 42 minutos en coche-, si bien hasta el lunes estaba en El Pobo de Dueñas, a 24 kilómetros de distancia y a no más de 26 minutos en coche.

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