domingo, 14 de abril de 2013

Anguita: "Que nadie se extrañe de que el poder nos traiga una república de extrema derecha"

Julio Anguita presentó este domingo en Madrid, coincidiendo con el aniversario de la II República, el libro que recoge supropuesta de contenidos para una III República. El ex líder de Izquierda Unida advirtió que el poder, ante el declive del bipartidismo y del juancarlismo, puede estar preparando el advenimiento de "una república de extrema derecha" para 'estafar' al pueblo.

Ante unas 300 personas que abarrotaban el salón de actos del Ateneo de Madrid, Anguita manifestó además su deseo de que no reine Felipe VI, ya que "tendría que tragarse los inmensos chanchullos de la cleptocracia que gobierna, que quiere seguir robando". En todo caso, cree que el poder tampoco considera una salida a medio plazo un reinado del hijo del rey.

Anguita reclamó al pueblo que no se deje engañar por palabras, incluida la de 'república', que no significan nada sin contenidos de justicia social, democracia participativa y defensa de los derechos humanos. Propone también que la III República sea totalmente laica, con separación absoluta entre Estado e Iglesia católica.

Anguita insistió en la tesis de que el poder --que en ocasiones identificó con las fuerzas económicas no sólo nacionales, sino también de Estados Unidos o Europa-- está preparando su propia propuesta de república para, una vez más, "abducir y engañar" al pueblo, como hizo antes con las palabras "transición", "democracia" o "Europa".

Para contrarrestar esa estafa, el exdirigente comunista lanza el libro "Consersaciones sobre la III República", escrito junto a la periodista Carmen Reina, que dirige "a la inmensa mayoría" para construir entre todos desde ya un proyecto que no se quede "en la republiquita de cuarta" que pretenden los poderosos.

Anguita recordó las tres "abducciones" a las que el pueblo español considera que ha sido sometido con anterioridad. Primero fue con "la transición", palabra a la que no se dotó de contenido sino que sólo se empleaba como supuesto "paraíso" frente a la dictadura franquista. "Fue una magnífica operacion para los poderes económicos, y una chapuza indecente para el pueblo".

Después se hizo con "la democracia", a la que tampoco quiso rellenarse de significado, pero se usaba como sinónimo de "poder taumatúrgico que podía resolverlo todo".

Algo parecido sucedió luego con la palabra "Europa", a la que, según Anguita, estamos sacrificando todo. En este punto, el excoordinador de IU señaló que el grado de degradación llegó tan alto que el Gobierno usó para la campaña a favor del 'sí' en el referéndum de la Constitución Europea a los Del Río, que argumentaban su respaldo en que no la habían leído. Una referencia en la que Anguita encuenta ecos del "Vivan las caenas" de los absolutistas españoles del siglo XIX.

La cuarta 'abducción' que prepara el poder en España, que el exlíder de IU diferencia del Gobierno --"que es el capataz del poder"--, se refiere a la palabra "república", que por sí sola y sin contenidos a Anguita no le dice nada, como tampoco la bandera republicana "por muy tricolor que sea", o el himno de Riego.

Los poderosos dan por amortizado el bipartidismo PSOE-PP --que el departamento de Estado ya previó en un documento de 1945, según recordó Anguita--, y no confían en la monarquía, y no sólo por sus "trapisondas", sino porque ya no sirve. Para el pensador comunista, Juan Carlos fue el triunfador del golpe del 23-F, porque a partir del 24-F los políticos "vestidos de primera comunión" fueron a rendirle pleitesía por una supuesta intervención salvadora de la democracia que, según Anguita, pese a lo difundido por los medios de comunicación, no se produjo.

El autor recordó que a principios de los noventa, medios monárquicos como el diario "ABC" ya promovieron una campaña para sustituir al rey, tras conocerse sus relaciones con imputados en causas de corrupción económica de entonces como Javier de la Rosa, Mario Conde o Manuel Prado y Colón de Carvajal.

"Había un problema y se quiso salvar la monarquía amputando el miembro enfermo, según lateoría de Santo Tomás de Aquino", expuso Anguita. Ahora con el mismo fin se plantea la abdicación del rey, pero no desde la izquierda, sino desde los mismos medios monárquicos.

Por ello se piensa en Felipe VI, que "ojalá no reine", pero que sí lo hace, tendrá que "tragarse los inmensos chanchullos de al cleptocracia que nos gobierna, que piensa seguir robando al pueblo". Por tanto, tampoco es una solución a medio plazo, y el poder de nuevo ya prepara dar a los españoles la "anhelada" república, que, como en el caso del bienio negro 1934-36, seríaconservadora, de extrema derecha y sangrienta.

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