domingo, 17 de febrero de 2013

"Stop Desahucios ha disparado al corazón del Capital"

Decía Sieyès en sus escritos políticos sobre la Revolución, que los no propietarios no son más que una muchedumbre sin libertad ni moralidad. Con la única excepción de la Revolución haitiana, todas las tradiciones revolucionarias ilustradas sobre las que se construyeron los edificios constitucionales liberales y social-liberales, se asentaron sobre la propiedad privada como eje jurídico vertebrador de las relaciones entre economía y política.
La democracia estadounidense de los padres fundadores se basaba, de hecho, en la protección de los intereses de los propietarios de tierras y de esclavos y es que, como escribió John Adams, desde el momento en el que se instala la idea de que la propiedad no es tan sagrada como las leyes de Dios, comienzan la anarquía y la tiranía. La Revolución francesa que en su digna etapa jacobina, proclamó la igualdad como principio unido a la libertad y la fraternidad, vio como el desarrollo de los acontecimientos terminó convirtiendo la igualdad en un derecho puramente formal, al tiempo que constitucionalizaba las relaciones materiales derivadas de la propiedad privada. Nuestros queridos ilustrados identificaron al hombre político con el hombre propietario y sólo así se explica la criminal exclusión de los revolucionarios haitianos, esos jacobinos negros que pusieron de rodillas a las potencias coloniales de la época, de la tradición “democrática” del pensamiento occidental.

Artículo completo de Pablo Iglesias: http://blogs.publico.es/pablo-iglesias/191/stop-desahucios-ha-disparado-al-corazon-del-capital/

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