miércoles, 6 de febrero de 2013

El primer ministro tunecino anuncia la formación de un Gobierno de tecnócratas

La primera de las primaveras árabes ha sido manchada de sangre en Túnez. Un individuo disparó este miércoles a bocajarro contra el líder de un pequeño partido de izquierdas antes de huir con el cómplice que le esperaba en una moto, según la versión del ministro del Interior, Ali Larayed.

La muerte de Chokri Belaid, un abogado de 49 años que dirigía el Movimiento de los Patriotas Demócratas, ha causado una enorme conmoción en el primer país árabe que derrocó a una dictadura. Y también ha provocado protestas violentas.

Ennahda, el partido islamista moderado que gobierna en Túnez, se apresuró en condenar el atentado. “Es un crimen, un golpe terrorista, no solo contra Belaid sino contra Túnez”, declaró el primer ministro, Hamadi Jebali, ante los micrófonos de Radio Mosaique.El asesinato de Belaid “se enmarca la espiral de tensión política que vive Túnez a causa, sobre todo de la oposición laica y el conjunto de los islamistas”, asegura Allani Alaya, profesor de la Universidad de Manuba, un barrio del norte de la capital.

En un discurso pronunciado anoche, Jebali accedió a una de las principales reivindicaciones de la oposición laica y de sus socios, también laicos, de Gobierno. “Tras el fracaso de las negociaciones entre partidos sobre la remodelación del Ejecutivo he decidido formar un pequeño Gobierno tecnocrático”, anunció el primer ministro, que seguirá, no obstante, ostentando el cargo. Las elecciones legislativas deberán celebrarse “cuanto antes”, puntualizó Jebali.

La condena del atentado por parte de Ennahda no bastó para aplacar los ánimos de la familia de la víctima ni de los sectores laicos de la sociedad civil. La primera en responsabilizar al partido islamista del asesinato del abogado de izqquierdas fue su esposa, Basma Khalfaui. “Mi marido fue amenazado varias veces”, pero no consiguió escolta policial, declaró.

omo en tiempos de la revolución, en diciembre de 2010 y enero de 2011, la muchedumbre coreaba el célebre lema: “¡El pueblo quiere la caída del régimen!”. Pero dos años después muchos añadían nuevos gritos: “¡Ennahda, torturadora del pueblo!” y “¡El pueblo quiere una nueva revolución!”.Los hombres de la familia fueron más contundentes. “Mando a la mierda a todo Ennahda y acuso a Rachid Ghanuchi [líder del movimiento islamista] de haber provocado el asesinato de mi hermano”, afirmó Abdelmayid Belaid. “Ghanuchi, eres un perro asqueroso”, repetía a las puertas de la clínica, donde el abogado ingresó cadáver, el padre de la víctima. Ante esa misma clínica, ante el domicilio de Belaid, en el barrio de El Menzah, y ante el Ministerio del Interior, en el centro de la capital, se concentraron los primeros los primeros manifestantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario