La detención, el pasado fin de semana, de Izaskun Lesaka, dirigente de ETA, confirma el control policial sobre una banda terrorista extremadamente débil, cuya mayoría es partidaria de culminar su final, anunciado con el cese definitivo de la violencia el 20 de octubre del pasado año.
El Gobierno del PP mantiene la presión sobre la banda. Desde la fecha del cese definitivo del terrorismo, son ya 30 los etarras detenidos, la mayoría fuera de España: en Francia, Italia, Bélgica e Inglaterra. La decadencia de ETA es total desde que, en mayo de 2010, la policía francesa, a instancias de la española, detuvo a Mikel Carrera, Ata, y despejó el campo para que la izquierda abertzale maniobrara para lograr el cese definitivo de la violencia en octubre de 2011.
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