Ayer se vivió la jornada más negra en Siria, donde los enfrentamientos entre el régimen de Bashar Al Asad y los rebeldes causaron al menos 343. Hoy, el Alto Comisionado de Ayuda al Refugiado de Naciones Unidas (Acnur) aporta unos datos muy preocupantes. Para finales de año, si las cosas no cambian, podrían huir del país hasta 700.000 personas. Este jueves se espera, además, que el Consejo de Derechos Humanos amplíe la investigación por crímenes de guerra.
En 18 meses de guerra 294.000 refugiados han abandonado Siria rumbo a Jordania, Irak, Líbano y Turquía o están esperando el permiso para poder acceder a los campamentos de las fronteras. "Está produciéndose un número de desplazamientos muy significativo. Hubo 100.000 refugiados en agosto, 60.000 en septiembre y ahora mismo abandonan Siria entre 2.000 y 3.000 personas al día", denunció Panos Moumtzis, coordinador regional de Acnur.
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